Un largo camino.

¿En qué momento perdí tanto el control? Vi todo negro, no veía salidas, no veía caminos, no te veía a ti. No podía moverme, no podía despertar... De una manera tan inexplicable y profunda estás tu dentro de mí... has llegado a convertirte en mi vida, en mi alma, la cual no quiere estar nunca sin ti... eres tan bueno. Una mezcla de tu bondad, y de mi impaciencia, lograron algo que daba por perdido... a pesar de todo me costó mucho, y me doy cuenta que sólo una decisión lo cambió todo... si yo no hubiera decidido devolverme, nada sería como lo es hoy... si no hubiera dejado el orgullo, no hubiera cedido, y me hubieran nacido esas ganas de seguir intentándolo aunque todo pareciera ser negativo. ¿De dónde nació esa fuerza? Creía no saberlo... pero estoy más seguro que nunca, esa decisión nació de mi amor por ti, de mi amor incondicional. Gracias por este amor, que disfruto día a día, que ahora puedo volver a tener... Gracias por dar tu brazo a torcer, sé que te costó mucho decirme SÍ, sé que quizás no estabas seguro de decir sí, ni seguro de nada... y tienes toda la razón de estarlo, te he demostrado tan poco, te he fallado tantas veces. Pero esta vez me creíste... ¿Por qué? Sé que te ahogué en tantas promesas, y que tu podrías no haber creído, pero no fue así... me creíste una vez más... la única explicación que encuentro es nuestro amor... que todo puede lograr, sanar, reconstruir. Y me siento bien, sabiendo que tu me amas igual que yo te amo a ti. Me siento muy emocionado de empezar una nueva etapa, y esta vez así será... tengo la convicción y todo mi amor puesto, para que así sea. Gracias por confiar en mí una vez más... esta vez no te defraudaré como siempre lo hice. Sé que es temprano para decirlo, recién cumplimos una semana de haber vuelto, pero todo marcha tan bien hasta ahora... como siempre debió haber sido. Sin peleas, con comprensión, con amor. Y seguirá siendo así, esta vez no nos soltaremos jamás... esta vez es para siempre. Te amo infinitamente mi amor!