martes, 23 de agosto de 2011

# nothing special

Últimamente he soñado muchas cosas freak, y lo más freak dentro de todo lo freak es que me acuerdo de casi todo lo que sueño. Nunca he sabido en realidad que significa un sueño y tampoco creo mucho en lo que "dicen" que significa cada cosa, no sé si será mi inconsciente o mis sueños más profundos, pero de que los disfruto, los disfruto, sobre todo cuando sé que estoy soñando, es casi como desdoblarse aunque mi "yo" en el sueño no lo manejo por completo.

También debo decir que he tenido sueños en los que pondría mis manos al fuego creyendo que son verdaderos, y de hecho en el mismo lapsus de sueño me pregunto si estaré dormido y llego a la conclusión de que nada podría ser más real que aquel sueño... y de repente ¡bam!, aparezco en mi cama destapado y muchas veces llorando, o afligido, o peor aún, con miedo paranoico de moverme o siquiera abrir los ojos.

Debo decir además que he ido perdiendo el miedo a las pesadillas. Últimamente he tenido bastantes y cada vez me gustan más, sobre todo porque en ellas existen cosas y personas que en mi vida real jamás esperaría conocer ni ver. Además entregan una adrenalina única que aprovecho, y que sé que si me pasara en la vida real no podría siquiera dar cara a ella. Típicos son los sueños en que veo fantasmas en mi casa, gente desconocida, asesinos o ladrones que atormentan mi vida. En los sueños puedo ser otro.

Sin más quisiera contar el gusto dulce con el que desperté hoy, o me despertaron. Resulta que este sueño se dividió en dos etapas, sin ningún tipo de conexión lógica entre ellas. Figuraba yo en primer lugar, en una casa en Villa Alemana que en realidad era MI casa, muy parecida por no decir idéntica, a la que vivo yo. Para variar se trataba de un carrete, con dos compañeros hombres y una mujer que no recuerdo. Lo alejado de la realidad fue que tomamos una cantidad bastante considerable de alcohol y yo nunca me embriagaba, no así mis compañeros que fueron los primeros. Era tipin 2 a.m. cuando muertos, quedaron durmiendo en una cama de dos plazas que era idéntica a la de mi mamá. Yo, hambriento de más diversión, quería partir a esa hora, a Valparaíso, a "mi casa", sin embargo de un momento a otro todo perdió sentido, ya que me encontraba en la única casa que era mía, y ya no había casa de Villa Alemana ni Valparaíso. Fui a la habitación en que dormían ellos y como que intenté no despertarlos para buscar dinero y largarme. En esto ya había amanecido y se levanta mi primer compañero, que comienza a arreglarse mientras conversa conmigo sobre la Universidad. Se va, y luego se levanta el otro, que en un despertar un poco más dinámico, se ríe y me pregunta que qué pasó anoche, y por qué se había embriagado tan rápido. No recuerdo que respondí, pero si recuerdo haber sentido una atracción por él, esperando que en su estado post-carrete algo pasara entre nosotros.

De un momento a otro sin siquiera terminar aquél primer sueño, y a la vez mezclando este sueño con el siguiente (algo demasiado raro que sólo ocurre en sueños), yo figuraba en la calle de mi casa, esperando un colectivo junto a dos personas. NO creerán quiénes eran estas dos personas... era una abuela de cabello blanco con abrigo, que tenía en su mano un bolso de equipaje, y junto a ella se encontraba DANIEL RADCLIFFE, el actor que encarna a Harry Potter. Típico en un sueño es distorsionar las formas reales, por lo que recuerdo claramente que su cara y cuerpo distaba de parecerse al real Daniel, más bien era una mezcla etérea que aún no logro dilucidar por completo, pero por alguna razón yo sabía que él era él. Todo entre él y yo era totalmente natural, era una "amistad", sumando a que lo tenía abrazado y sentado encima mío, al parecer era una despedida y no quería que se fuera a su país. Nadie miraba raro, ni aún su abuela. En algún momento aquél hombre sobre mis piernas fue Pablo, pero más tarde se dividió y pude ver claramente que eran dos personas distintas.

El momento clímax de aquella extraña situación fue cuando llegó el esperado colectivo que alejaría a mi amor del sueño, de mí. Mientras su abuela hablaba con el conductor y colocaba el equipaje en la maleta, yo me quedé hablando con Daniel. Recuerdo claramente nuestra conversación. Él se había quedado por unos días en mi casa, tiempo suficiente para que nos convirtiéramos en amantes secretos y hasta me dijera un "Te Amo", y que me fuera con él, que dejara a mi Pablo. Yo, con el éxtasis del momento, le respondí que también quería estar con él, y que lo quería, pero que no me podía ir así no más y dejarlo todo. Le pedí su correo y le dije que algún día volveríamos a vernos. Y todo esto ocurría mientras Pablo estaba en mi jardín. Recuerdo haberle dado muchos besos pequeños a Daniel, y él en un papel escribió su correo electrónico. Entre recuerdos fugaces recuerdo la palabra completa, más no así cada letra que tenía ese papel.

Ahí se acababa una transmisión, para luego aparecer yo dentro de mi casa junto a mi hermana, que me contaba entusiasmada que ella también había tenido un amor fugaz en aquellos días, y fue con la hermana pequeña de Daniel (ni siquiera sé si exista en la realidad), y que también había conseguido el correo de ella, por lo que ambos podríamos comunicarnos con estos dos amores de una semana, que habían parecido de toda una vida. Fin del sueño, despierto con un beso de Pablo que acababa de llegar de la Universidad.

Aclaro que Daniel Radcliffe nunca se ha encontrado dentro de la gente que me interesa conocer ni dentro de algún amor platónico. Quizás sea la importancia que el tuvo durante toda mi infancia y pubertad, ya que junto a su personaje crecí. No solía escribir acerca de mis sueños pero creo que lo comenzaré a hacer, y qué mejor partida que con éste, que de alguna forma fue especial. Que genial sería poder redactarlo tal cual lo viví, pero eso es imposible, siempre he pensado que en un sueño se combina nuestra realidad, y otra que con nuestros ojos conscientes no podemos discernir, ni tampoco encontrar palabras mortales para describirla. Es por eso que quizás escribiéndola tal cual se traduce desde mi mente hacia afuera, pueda leerse "tonta", pero espero que algún día todos podamos desarrollar una vista superior que permita conocer la dimensión del sueño.

También pensé en escribirle a Daniel Radcliffe y contarle, pero sé que nunca me leerá. (?)

Ya, sigan en sus inútiles vidas.

miércoles, 3 de agosto de 2011

# moments

Me acuerdo cuando veía el pasado con nostalgia, tristeza; feliz me siento hoy al leer tantas cosas de mi pasado, de nuestro pasado, y sentir solo alegría de todo lo que pasé para llegar al momento en donde hoy estoy parado.

Mi mente es algo frágil, me he dado cuenta con el pasar del tiempo que hay cosas tan simples que no recuerdo, que quizás se han ido escondiendo entre mis recuerdos, yo sé que aún deben estar por ahí dando vueltas, pero que impotente es que te cuenten cosas que viviste personalmente y no puedas recordar un mísero detalle.

Ciertamente hay cosas que extraño de aquellos días, amistades, momentos, canciones, pero no es nada tan magnífico como mi presente, que lo llenas tú. Nunca más intentaré volver a algo que ya fue, algo que ya no soy, porque ya me tocó vivir aquello y sería una trampa forzar algo que no es.

Acabo de tener el medio lapsus de la vida, estuve como 1 hora viendo videos de Gaga sin parar, no sé que me pasó xD!

Bueno, y eso.