miércoles, 18 de abril de 2012

# sueño 18.04.12


Una vez hace tiempo, les dije que contaría mis sueños acá. Igual de ahí a acá he soñado varias hueás dignas de ser escritas, pero el de hoy fue cuático, hasta me dio miedo después que desperté...

Todo comenzó por haberme dormido tan tarde, el saber que dormiré poco como que me trae pesadillas. El sueño comenzó na' que ver, yo viendo televisión, Mundos Opuestos para ser exactos, pero como que ni sé adónde estaba yo, sólo se veía la televisión en mi sueño. Y de ahí nos teletransportamos a mi casa, en una noche muy oscura, era como Año Nuevo, esa sensación de fiesta, pero realmente no era esa festividad, era un día cualquiera. La sensación rara era porque de alguna forma todos sabíamos que aquella noche se acababa el mundo, o algo así. El cielo se iba a caer, eso. Recuerdo que en mi calle, afuera de mi casa, había mucha gente reunida, alguna que conocía y otra que no. De fondo, en la oscuridad de la noche, se veían como explosiones siniestras, no como de fuegos artificiales, si no como si el cielo se estuviera rompiendo y cayendo de a poco.

Entre paréntesis, como que después de eso soñé algo que había pasado antes de eso (no sé si usted me entendió), pero me parece bien comentarlo ahora: soñé que ese mismo día, pero en la tarde, había un tsunami de proporciones catastróficas, pero sin ningún cataclismo involucrado. Igual era bien cerquita de mi casa, o sea, lo estaba mirando en primera fila desde un mirador, pero con la tranquilidad de saber que el agua no llegaría a la altura en que yo estaba. Y veía pura gente cayendo, flotando, pasando por ventanas, onda igual que cuando el Titanic se hundía, y la gente se resbalaba y caía, así mismo, pero en horizontal, algo bien raro.

Bueno y siguiendo lo del primer párrafo, toda esa gente, incluido yo, como que estábamos rendidos ante la inminente muerte, lo aceptábamos, estábamos esperando la hora de que llegara. Estábamos todos sentados en la calle... sumado a la oscuridad de la noche, me imaginé un perfecto escenario de gobierno militar, cuando existía hora de queda. Como que a lo lejos me imaginaba (o veía) tanques militares y vehículos por el estilo pasando, acechando, como vigilando que llegara la hora de la muerte. Quizás podría agregar cierta neblina al cuadro, era un escenario siniestro. Mientras ahi estaba sentado, no reconozco a las personas de mi lado, sale de mi casa mi madre con mi bisabuela en bastón, un tanto histérica por la situación, pensando que de alguna forma podíamos evadir el momento final. Me reta, pues me ve tan desinteresado y sentado, recuerdo haber sentido vergüenza de que me alzara la voz frente a todos.

En el siguiente cuadro de mi sueño, empiezan a pasar unos tanques ultra blindados, que venían a recojernos. Supuestamente ahí dentro podríamos sobrevivir. Fui el último en subirme a aquél extraño súper-vehículo, y acá viene lo cuático. No sé por qué, al subirme último, quedé en la puerta del vehículo, y podía seguir viendo lo que pasaba afuera... pensé que quizás podría alcanzar a ver llegado el momento, la caída del cielo. Pero el panorama que ví fue más aterrador, quizás algo que está ocurriendo en la realidad, una situación en metáfora, de lo que hacen con nosotros... Los pilotos de estos tanques, eran en realidad gente importante, o gente que debía salvarse realmente. Una vez todos los pasajeros estábamos dentro del blindado, los pilotos salían de sus cabinas, y poniéndose trajes especiales, se largaban a correr por una calle (Santa Rita, para los que se ubican en mi casa), pues al final de ésta se encontraba la verdadera salvación, nunca supe qué, si acaso era otro tipo de vehículo u alguna otra inimaginable vía. De alguna forma supe también en ese momento, que a lo que nos habían metido no serviría de ninguna ayuda, ni menos salvación... moriríamos todos ahí de igual manera.

Un sentimiento de egoísmo surgió en mi, a la vez de curiosidad y sobrevivencia. Algo me llamó, algo sentí que ahora no puedo explicar con palabras, pero en el sueño, sin contarle a nadie de los pasajeros la única verdad, que todos moriríamos a bordo, yo me escabullí de aquel recinto sin que nadie me viera. Y me largué a correr con todas mis fuerzas hacia aquella 'salvación', siguiendo desde muy lejos a todos aquellos falsos pilotos que ahora creían ser más aptos para salvarse de la destrucción. Corrí con todas mis fuerzas, pero no lograba llegar, ni conocer la única salvación. No lo lograba.

Cuando desperté hoy en la mañana, sentí miedo al no reconocer el sentimiento que surgió en mi para hacer tal traición a mi familia, amigos, y gente que también iba en los falsos tanques blindados. Sólo sé que en la vida real nunca haría algo así, nunca vendería mi alma para salvarme a costa de los demás. Preferiría haber muerto junto a todos ellos, que tener que vivir una vida aparte.

Estoy tratando de buscar la relación en mi vida real con estos sueños. No sé que días o que pasará en el día, en que todas esas noches sueño con tsunamis, fines del mundo, salvaciones y cosas por el estilo. Aunque no miento, me encanta soñar estas cosas. Haría películas de todos mis sueños.

miércoles, 11 de abril de 2012

# perfil de usuario: javiera mena

El consumidor de este producto, se trata de jóvenes de entre 20 y 29 años, nacidos entre los 80 y los comienzos de los 90. Son jóvenes que vivieron en épocas donde la globalización no era un tema tan avanzado como lo es ahora, cuando la modernidad era algo lejano y llamativo. Se entiende tanto hombres como mujeres. En este caso, para entender de mejor forma, se trabaja sólo con jóvenes de nacionalidad chilena, pues es la forma de vida que vivieron ellos la que interesa al producto.

Es de clase media, vivió su infancia jugando en las calles de su barrio, con otros niños. Conoció la radio, los stickers, los paseos en bicicleta y se acostaba temprano. Puede o no tener ingresos propios, en este grupo entran tanto estudiantes universitarios así como los que decidieron trabajar desde temprana edad para darse sus propios gustos; por lo general siempre terminaron el 4to medio.

No le sorprende la tecnología, prefiere hablar de lo feliz que era la vida antes, cuando era más simple, y la comunicación era directa con las personas. Tiene una fascinación con todo lo ‘retro’. Generalmente aún posee elementos de su infancia y los cuida como reliquias. Escuchaba cassettes, veía VHS, tenía sólo televisión abierta, por ende recuerda todos aquellos programas y dibujos animados del ayer. Si es que no poseía televisión, tenía radio, recuerda las cantantes AM que siempre sonaban los domingos en horas de almuerzo. No es gran fan de aquellas artistas pero inconscientemente sabe las letras y melodías. Prefiere y busca siempre música que “no esté” de moda, música underground, y de alguna manera, hacerla propia. Por lo mismo, le gusta juntarse con gente de todos los tipos, que puedan enriquecerlo en todos los aspectos. Le gusta salir a bares y discotheques de música de los 80 y 90, y música alternativa. No gusta mucho de lugares sociales masivos, como malls o playas, pero si está dispuesto por ejemplo, a gastar dinero en conciertos y festivales.

Tiene un gusto especial por el estilo de vestir de fines de años 80 y los 90. La ropa de colores fuertes y fluor, con estampados, los blue-jeans y zapatillas blancas u de otros colores, nunca ostentosas. Prefiere ir a vitrinear a las ferias y a la ropa americana; no gusta mucho de las grandes marcas, ni tampoco gastaría grandes montos en vestir o comunicarse.

Generalmente es pensante y no se deja llevar por la corriente, tiene opinión y no es conformista con la vida. A pesar de que su perfil de estilo de vida podría encasillarse como ‘conservador’, en aspectos sociales y políticos se creó con la frescura de la tolerancia y el ‘open mind’, que sus padres intentaron inculcarle pues venían saliendo de épocas difíciles que no querían volver a repetir. Podríamos resumir que este consumidor sabe discernir, y prefiere, calidad a cantidad, esto bajo su propio punto de vista, claro.

Se podría decir que este tipo de usuario no tiene lealtad a ninguna marca en especial, si no a estéticas y sonidos que le son agradables bajo el perfil anteriormente descrito. Si es afín a lo que le gusta, podrá comprar tanto un producto que se encuentre en una tienda de ropa usada, así como uno que se venda en alguna gran tienda de marca reconocida.

domingo, 8 de abril de 2012

# jovenconfundido

Quisiera contarles mi historia, para que vean que sí se puede...

Como a muchos de ustedes, siempre tuve miedo de que mis papás se enteraran de que era gay, y tuvo que llegar el momento de contárselos para darme cuenta de su gran amor incondicional, su apoyo y su "open mind". La sociedad se ha encargado de cultivarnos ese miedo irracional, a esperar que todo salga mal en aquel temido momento.

Les conté a mis padres cuando iba en octavo, a pesar de que siempre supe lo que era. Como es típico, ellos sospechaban, sobre todo mi mamá... las mamás siempre saben. No tenía planeado decirles, pero mi mamá revisando mis cosas se encontró con una carta que me había escrito una amiga, en la que decía que ella siempre me iba a apoyar en todo, en especial en esta "nueva etapa". No quedó mas remedio que contarle toda la verdad, primero a mi mamá; ambos lloramos como es común, pero desde el primer momento me ofreció su apoyo y su amor, y me preguntó si acaso ella había hecho algo mal. Ese mismo día le conté a mi padre, quien lo tomó mucho mejor de lo que esperaba... me preguntó si quería ir al sicólogo, a lo que respondí que no era necesario. A pesar de todo, me dijo que me iba a seguir amando de cualquier forma.

Pasó el tiempo, durante esos años, desde octavo a segundo medio, fue mi etapa que supongo que todos han pasado o pasarán... la etapa que empiezas a conocer el mundo, empiezas a salir con nuevas amistades, de juntarse en ciertos lugares, y también de excesos y promiscuidad. No miento, hay muchas cosas de las que me arrepiento y que me gustaría cambiar de esos años de locura... pero ahí uno no piensa, sólo le importa el momento y pasarla bien. Gracias a Dios, nada de esas cosas me atormentan en el presente, son sólo malos recuerdos.

Tuve varios amoríos, recuerdo haberle dicho Te Amo a todos ellos en su momento, pero tuve que llegar hasta este momento de mi vida para darme cuenta que no era así. El verdadero amor se respeta y se cuida, y era lo que menos hacía en esos días. Sólo hay una cosa de esos tiempos que estaré eternamente agradecido y me acompañará el resto de mi vida. Conocí a mi amor...

Se llama Pablo, igual que yo. Íbamos en el mismo colegio, un día me agregó a MSN y comenzamos a hablar... hablábamos horas, y en el colegio ni siquiera nos saludábamos. Hasta que un día en una fiesta nos encontramos, y hablamos en persona por primera vez... y también nos besamos por primera vez. Pasó 1 año completo siendo mejores amigos. Salíamos a todos lados juntos, íbamos a discos y siempre cada uno por su lado... pero cada noche de locura terminábamos viniéndonos juntos, porque además vivimos cerca.

No sé por qué esperamos 1 año completo, pero eso tuvo que pasar para darnos cuenta que realmente lo nuestro era algo más que amistad, era amor. Y es así como una noche de 2 de diciembre de 2007, todo comenzó... y no terminará jamás... Llevamos juntos 4 años y 4 meses. Y me gusta decirlo, para demostrarle a mucha gente que el amor entre personas del mismo sexo si existe, si puede ser puro y puede ser duradero.

Tenemos nuestras peleas, claro, como toda pareja, pero ni siquiera en los momentos más terribles existe esa inseguridad de no saber qué pasará mañana, que si me va a dejar por otro o se aburrirá de mi. La seguridad que tenemos es única, por eso no me da miedo decirle a nadie que soy gay, porque tenerlo a él en mi vida es un orgullo para mi. Empezamos a los 16 años, y ahora tenemos 20, hemos crecido y madurado juntos.

Lo mejor de todo, es que desde el principio mi familia lo conoció. A pesar de que cuando su familia supo la verdad (antes de empezar conmigo) no lo tomó muy bien, y tuvimos miedo por lo nuestro, les quiero decir que TODO mejora, que nuestras mamás hasta son amigas. Hemos pasado un año nuevo con ambas familias, y en los cumpleaños y cosas así siempre nos juntamos.

Debo agradecer a mi familia, porque sé que no es como las familias de todos, y es por eso que de repente me cuesta ponerme en el lugar de otras personas gays que sienten miedo de ser así, porque para mi desde el principio fue todo natural y siempre fui aceptado. Desde que llevaba 1 año con Pablo, siempre se venía a quedar a mi casa, pasábamos semanas enteras juntos, dormíamos juntos en mi pieza, y a nadie le molestaba. Mi mamá, papá, hermana y abuela lo veían normal, como realmente debería ser en este país.

Este último tiempo, nos separamos un poco, porque prácticamente estábamos viviendo juntos en mi casa. Ahora él se queda más en su casa y de repente yo bajo a quedarme con él, o el conmigo. Es bueno tomar nuevos aires en la relación, darnos el tiempo de extrañarnos y darnos espacio. Su familia también me acepta completamente y me quiere.

A veces reclamo por cosas tontas, y me amargo por cosas materiales y estupideces, y no me doy cuenta cuán afortunado y feliz soy.

Quisiera que todos ustedes tuvieran una familia así, pero si no, sé que está en cada uno el poder de cambiar la visión de ellos. Me gustaría que todos ustedes pudieran encontrar al amor de su vida y ser felices sin discriminación ni problemas en el camino que alguna gente nos pone, por ser diferentes. De verdad que me gustaría que todos ustedes fueran felices, y les pido que se valoren a ustedes mismos y busquen esa felicidad, porque SI existe!

Les mando muchos abrazos :).