domingo, 8 de abril de 2012

# jovenconfundido

Quisiera contarles mi historia, para que vean que sí se puede...

Como a muchos de ustedes, siempre tuve miedo de que mis papás se enteraran de que era gay, y tuvo que llegar el momento de contárselos para darme cuenta de su gran amor incondicional, su apoyo y su "open mind". La sociedad se ha encargado de cultivarnos ese miedo irracional, a esperar que todo salga mal en aquel temido momento.

Les conté a mis padres cuando iba en octavo, a pesar de que siempre supe lo que era. Como es típico, ellos sospechaban, sobre todo mi mamá... las mamás siempre saben. No tenía planeado decirles, pero mi mamá revisando mis cosas se encontró con una carta que me había escrito una amiga, en la que decía que ella siempre me iba a apoyar en todo, en especial en esta "nueva etapa". No quedó mas remedio que contarle toda la verdad, primero a mi mamá; ambos lloramos como es común, pero desde el primer momento me ofreció su apoyo y su amor, y me preguntó si acaso ella había hecho algo mal. Ese mismo día le conté a mi padre, quien lo tomó mucho mejor de lo que esperaba... me preguntó si quería ir al sicólogo, a lo que respondí que no era necesario. A pesar de todo, me dijo que me iba a seguir amando de cualquier forma.

Pasó el tiempo, durante esos años, desde octavo a segundo medio, fue mi etapa que supongo que todos han pasado o pasarán... la etapa que empiezas a conocer el mundo, empiezas a salir con nuevas amistades, de juntarse en ciertos lugares, y también de excesos y promiscuidad. No miento, hay muchas cosas de las que me arrepiento y que me gustaría cambiar de esos años de locura... pero ahí uno no piensa, sólo le importa el momento y pasarla bien. Gracias a Dios, nada de esas cosas me atormentan en el presente, son sólo malos recuerdos.

Tuve varios amoríos, recuerdo haberle dicho Te Amo a todos ellos en su momento, pero tuve que llegar hasta este momento de mi vida para darme cuenta que no era así. El verdadero amor se respeta y se cuida, y era lo que menos hacía en esos días. Sólo hay una cosa de esos tiempos que estaré eternamente agradecido y me acompañará el resto de mi vida. Conocí a mi amor...

Se llama Pablo, igual que yo. Íbamos en el mismo colegio, un día me agregó a MSN y comenzamos a hablar... hablábamos horas, y en el colegio ni siquiera nos saludábamos. Hasta que un día en una fiesta nos encontramos, y hablamos en persona por primera vez... y también nos besamos por primera vez. Pasó 1 año completo siendo mejores amigos. Salíamos a todos lados juntos, íbamos a discos y siempre cada uno por su lado... pero cada noche de locura terminábamos viniéndonos juntos, porque además vivimos cerca.

No sé por qué esperamos 1 año completo, pero eso tuvo que pasar para darnos cuenta que realmente lo nuestro era algo más que amistad, era amor. Y es así como una noche de 2 de diciembre de 2007, todo comenzó... y no terminará jamás... Llevamos juntos 4 años y 4 meses. Y me gusta decirlo, para demostrarle a mucha gente que el amor entre personas del mismo sexo si existe, si puede ser puro y puede ser duradero.

Tenemos nuestras peleas, claro, como toda pareja, pero ni siquiera en los momentos más terribles existe esa inseguridad de no saber qué pasará mañana, que si me va a dejar por otro o se aburrirá de mi. La seguridad que tenemos es única, por eso no me da miedo decirle a nadie que soy gay, porque tenerlo a él en mi vida es un orgullo para mi. Empezamos a los 16 años, y ahora tenemos 20, hemos crecido y madurado juntos.

Lo mejor de todo, es que desde el principio mi familia lo conoció. A pesar de que cuando su familia supo la verdad (antes de empezar conmigo) no lo tomó muy bien, y tuvimos miedo por lo nuestro, les quiero decir que TODO mejora, que nuestras mamás hasta son amigas. Hemos pasado un año nuevo con ambas familias, y en los cumpleaños y cosas así siempre nos juntamos.

Debo agradecer a mi familia, porque sé que no es como las familias de todos, y es por eso que de repente me cuesta ponerme en el lugar de otras personas gays que sienten miedo de ser así, porque para mi desde el principio fue todo natural y siempre fui aceptado. Desde que llevaba 1 año con Pablo, siempre se venía a quedar a mi casa, pasábamos semanas enteras juntos, dormíamos juntos en mi pieza, y a nadie le molestaba. Mi mamá, papá, hermana y abuela lo veían normal, como realmente debería ser en este país.

Este último tiempo, nos separamos un poco, porque prácticamente estábamos viviendo juntos en mi casa. Ahora él se queda más en su casa y de repente yo bajo a quedarme con él, o el conmigo. Es bueno tomar nuevos aires en la relación, darnos el tiempo de extrañarnos y darnos espacio. Su familia también me acepta completamente y me quiere.

A veces reclamo por cosas tontas, y me amargo por cosas materiales y estupideces, y no me doy cuenta cuán afortunado y feliz soy.

Quisiera que todos ustedes tuvieran una familia así, pero si no, sé que está en cada uno el poder de cambiar la visión de ellos. Me gustaría que todos ustedes pudieran encontrar al amor de su vida y ser felices sin discriminación ni problemas en el camino que alguna gente nos pone, por ser diferentes. De verdad que me gustaría que todos ustedes fueran felices, y les pido que se valoren a ustedes mismos y busquen esa felicidad, porque SI existe!

Les mando muchos abrazos :).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sin pensarlo dos veces.