lunes, 11 de febrero de 2013

#

Desearía ser más fuerte, más frío. Desearía no encariñarme con la gente tan rápidamente, superar acontecimientos de manera veloz, abrir puertas y ventanas a lo nuevo que pueda entregarme la vida. En cambio, hay momentos en que me doy cuenta de que sigo cayendo en lo mismo, y los fantasmas del ayer, que temía olvidados, han vuelto a atormentarme.

Hay días, como hoy, en que al despertar, toda la euforia nocturna se transforma en nostalgia y en vacío. No pasa a menudo, pero cuando es, es. Sé que probablemente mañana despierte de lo mejor, feliz, optimista, con alguna meta que me haga distraerme de todo, lo sé... pero no puedo evitar auto-analizarme en este instante y notar que no he cambiado tanto a como era antes... no he cambiado nada. Debe ser cierto, las personas nunca cambian. A veces pienso que tengo una vida vacía, sin grandes metas u objetivos, tan solo viviendo el día al día de manera miserable... algo que no me molesta, pero aún así está siempre presente en mi mente.

Desearía no ser tan confianzudo, no abrir la puerta tan rápido a mis emociones, no jugar con ellas. A veces no sé si hago lo correcto o no, me pregunto dónde estaría si hubiera dicho más, si hubiera dicho menos, si me hubiera contenido o quizás no. Me sigo preguntando... debo hacerlo? no debo? debería decirlo todo? O guardarme cosas sólo para mi... Me carga mi bipolaridad, en serio.

Necesito tiempo, tanto como sea posible. Tiempo para mi, para cumplir mis repentinas metas que cambian cada semana. Lo asumo, necesito tiempo para mi, pero mi personalidad dependiente me hace creer/querer estar siempre acompañado, sentirme querido, sentirme deseado. A veces me aburro conmigo mismo, y en esos momentos son en los que temo caer bajo. Me gustaría ser como esa gente, la que he conocido. No mezclan sentimientos con ningún tipo de cosa, sólo disfrutan el momento, el minuto, el segundo. Al salir el sol siempre habrá algo nuevo que descubrir. Yo no, yo me estanco, yo sigo queriendo buscar donde ya estuve antes, siempre buscando algo... creyendo en un algo, que probablemente no exista. Idealizo todo, creo que todos deberían actuar y pensar como yo lo hago, y me decepciono cuando no es así (naturalmente).

Esta es mi más sincera verdad, sé que mañana cuando la lea me parecerá un tanto exagerada y fuera de lugar... pero quizás sea mi decisión elegir en cual realidad quiero vivir, en ésta o la que tendré mañana, la optimista e idealizadora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sin pensarlo dos veces.